Últimamente me parece que el trabajo se ha vuelto una locura, cuando crees que lo tienes controlado, que vas en tiempos y que puede ser que llegues a la meta sin vomitar y sin estar echando hasta el último aliento o acabar con tu salud mental, sale algo que te vuelve la cabeza loca y te hace que estalle todo lo planeado. Toca adaptarse otra vez y ver como solventar la situación. Aunque en este caso el tiempo es cada vez más ajustado y todo se vuelve más complicado. Además pasa una cosa curiosa, que puedes advertir la situación, comunicar los riesgos, indicar que la cosa no va bien pero eso no interesa. No interesa escuchar que puede haber problemas, lo único que la gente quiere oir es que para x fechas las cosas están si o sí. Y claro que nos gustaría a todos decir que todo va bien, que nada va mal, que todo es perfecto … pero hay que saber escuchar y pensar en como adaptarse cuando eso no es así. Lo mejor de todo es que como siempre el gran esfuerzo que hacen alguno y lo quemados que acaban por la presión recibida no es fácil de superar. Se supera si, pero se necesita tiempo y ya hemos dicho que por lo visto lo que menos tenemos es tiempo. Veremos como avanza y como llegamos al final del año. Ahora toca descansar el fin de semana, que va a estar pasado por agua por lo que dicen las noticias, así que vamos a dejar de pensar en temas laborales y dediquemos tiempo de calidad a los temas personales.
Aunque antes vamos a compartir esa frase que nos haga activar un poco la neurona, pero recordar no mucho:
Yo no soy loco, es el mundo que no entiende mi lucidez. – Raul Seixas.
¿Qué opináis?Muchas veces cuando no nos entienden o no comprenden una situación que estás viviendo te dicen que eres o estás loco, pero puede ser que lo que pasa que ellos no ven la realidad y se niegan a entender lo que tú has descubierto.
Espero vuestras opiniones en la parte de comentarios.
Un saludo,
Isasan.